¿Alguna vez has pensado en la relación entre la experiencia del cliente (CX) y la experiencia del empleado (EX)? ¿Te has preguntado si son dos conceptos independientes o si, por el contrario, están directamente relacionados?
En este artículo, vamos a explorar esta relación y a ver por qué es tan importante para las empresas prestar atención a ambas.
¿Qué es la CX y la EX?
La CX se refiere a la percepción que tiene el cliente de su interacción con una empresa, desde el momento en que se entera de ella, entra en tu web, utiliza tu servicio postventa hasta que deja de utilizar sus productos o servicios. La EX, por su parte, se refiere a la percepción que tiene el empleado de su experiencia laboral, desde el momento en que se incorpora a la empresa hasta que la abandona.
Algunos datos interesantes
- Según un estudio de la consultora McKinsey, las empresas que tienen una buena CX también tienen una buena EX. De hecho, las empresas con una EX superior a la media tienen un 38% más de probabilidades de tener una CX superior a la media.
- Y un informe de Harvard Business Review, las empresas con empleados comprometidos tienen un 89% más de satisfacción del cliente y un 50% más de lealtad del cliente.
La Experiencia del Empleado no es solo sobre beneficios y comodidades; es sobre cultivar un ambiente donde los talentos se sientan inspirados y conectados con la misión de la empresa. Un empleado comprometido y feliz se convierte en un embajador natural de la marca.
Algunos consejos
- Cultivar una cultura de compromiso: Fomentar un entorno donde los empleados se sientan valorados y parte integral del proceso.
- Desarrollar habilidades de empatía: Capacitar a los equipos para entender las necesidades y deseos del cliente, creando conexiones genuinas.
- Ofrecer oportunidades de desarrollo: Empleados que crecen y aprenden se convierten en activos valiosos para la empresa y, por ende, para los clientes.
- Incorporar tecnología innovadora: Herramientas como Talentoo y Talentoo Academy pueden simplificar procesos, permitiendo que los equipos se enfoquen en experiencias más significativas.
En conclusión, cada interacción interna resuena externamente, formando una conexión única que impulsa el éxito y la lealtad del cliente. Desde el primero hasta el último, cada empleado contribuye a la resonancia de, lo que deberá ser, una experiencia excepcional para todos los clientes.
