¿Por qué tu cerebro ama aprender?

Que el saber no tiene edad es algo que debería estar mucho más extendido de lo que realmente está. A nuestro cerebro le gusta seguir aprendiendo y sumando conocimientos que lo hagan más ágil en sus funciones ejecutivas, lo cual produce un efecto positivo directo en nuestro desarrollo y bienestar personal.

Cuando estás estresado, es posible que adentrarte en una nueva actividad sea lo último que te apetezca hacer. Pero, para un segundo, si ya hay varios estudios que sugieren que puede ayudar a reducir tus niveles de estrés, ¿no será esta la solución a tus problemas?

Ahora en serio, hacer una tarea que te obliga a concentrarte en el momento presente puede tener beneficios similares a practicar mindfulness.

El doctor Michael Mosley habló sobre el tema en un programa de radio estadounidense y decía lo siguiente: «Nuestro sistema nervioso solo es capaz de procesar una cantidad limitada de información a la vez. Cuando estás completamente absorbido en algo, pones en pausa el mundo exterior. A eso se le llama flow» (flujo, en español).

Es una fase entre la acción y la conciencia en la que aumenta nuestro rendimiento y aparece la creatividad. Pero lo más interesante es que el estado de «flow» o de «flujo cerebral» es la raíz de la creatividad y además, alimentar este canal está demostrado que produce efectos similares a la meditación.

Aprender algo nuevo puede cambiar cómo piensas y cómo te sientes, y es un ejercicio excelente para tu cerebro porque forja nuevos patrones neuronales que, a su vez, ayudan a desarrollar nuevas conexiones cerebrales.

Resumiendo, mayor creatividad, mayor enfoque, beneficios mentales y físicos… ¿Qué más necesitas para aprender algo nuevo?

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