Ser agradecido, derriba barreras

Numerosos estudios han demostrado que, expresar gratitud, cambia la estructura molecular del cerebro, mejora el sistema nervioso y por tanto nos convierte en personas más felices y también más sanas.
Si de algo podemos jactarnos, es de la incertidumbre que nos rodea como una nube (a veces negra) en los últimos años y esto puede ser un gran foso de amargura y desesperanza. Pero centrarnos en el desánimo y las carencias, con seguridad no va a ser lo que nos saque de este círculo. Y aquí es donde entra en juego este estímulo llamado GRATITUD.
Obtendremos una actitud más pacífica ante los conflictos, seremos sabios antes que reactivos y nuestro enfoque mental tendrá más claridad. Y, además, más felices ya que la gratitud es una práctica muy efectiva para estimular nuestros sentimientos de plenitud.
Algunas simples prácticas que pueden ayudarnos a crear un hábito de gratitud son:
– Escribir cada noche 5 cosas que agradecer de tu día.
– Agradecer a nuestro cuerpo por todo lo que hace por nosotros día a día.
– Ingerir de forma consciente y dando gracias por los nutrientes de los alimentos.
Y, por encima de todo, vivir en el presente y no es cualquier otro tiempo que nos produzca culpa, incertidumbre, ansiedad o inquietud. Cada día es una gran oportunidad para decir gracias y desde aquí, os animamos a que probéis.
Y para terminar, Anthony De Mello dice que “solo hay una razón por la cual no estás experimentando felicidad en este preciso momento, y es porque estás enfocándote en lo que no tienes».

 

Compartir esta artículo

Start typing and press Enter to search

Shopping Cart