La gran pregunta en el mundo de los intangibles, en este caso, la formación, siempre es, ¿cómo medir el Retorno de esta inversión? Bien pues, ahí vamos con ello.
El concepto “gasto” de primeras, asusta, pero para convertir este desembolso en algo tangible y poder medir resultados en términos económicos la elección correcta de palabras es INVERSIÓN EN FORMACIÓN.
Y, por ende, inversión, va de la mano de rentabilidad, o la posibilidad de. El ROI o retorno de la inversión en formación, es el beneficio que recibe una empresa el realizar dicha inversión para desarrollar el talento de sus trabajadores, formarles y capacitarles.
Para ello, debemos definir qué costes y qué beneficios ha generado haber tomado la decisión de realizar un curso, una especialización, un taller, etc. Llámalo equis.
En cuanto a los costes tenemos:
- Costes directos como materiales, docentes/formadores, aulas, etc.
- Costes indirectos derivados de la dirección, coordinación y gestión del programa formativo, sueldos, marketing…
- Costes estructurales que son la parte proporcional de los costes generales que ya tiene la empresa, tales como como luz, agua, internet…
Por otro lado, los beneficios:
Aquí se complica un poco la cosa, veamos cómo hacerlo. Los resultados se miden con indicadores, tanto cualitativos como cuantitativos, asociados directamente a los objetivos establecidos por la empresa cuando decide llevar a cabo la formación.
Por tanto, tener los objetivos claros y los indicadores con los que vamos a medirlos es clave para el análisis. Un incremento en las ventas, reducción de errores, minimizar el tiempo de realización de cada tareas, un aumento de la satisfacción del cliente, mayor eficiencia o elevar el bienestar del trabajador son algunos de los indicadores que nos pueden ayudar a definir cuánto ha repercutido haber tomado la decisión de invertir en formación.
Y aquí va, el último paso, la Fórmula de Rentabilidad:
Y seguramente para algunos, está sí sea la parte realmente complicada, para mí, los números siempre lo son, pero no importa, vamos con ello.
Cuando ya tenemos identificados costes y beneficios, solo nos queda calcular la rentabilidad, es decir, el Retorno de la Inversión (ROI) en formación.
ROI = (Beneficios totales – Costes totales) / costes totales * 100
Si el resultado de la fórmula supera el 100%, entonces el programa de capacitación se puede considerar un éxito rotundo y los resultados como favorables para la empresa.
Ahora que ya sabes cómo materializar esta inversión y puedes explicar con resultados el gasto de una parte de tu presupuesto, solo te queda entrar en Talentoo Academy y dejar que nosotros hagamos el resto 😉