Ahora que estamos cerrando el año y echando cuentas, es inevitable preguntarse: ¿dónde podríamos haber ahorrado? Al revisar los balances, muchas empresas pasan por alto un coste invisible pero significativo: el de un mal proceso de selección.
No hablamos solo de cifras inmediatas, como el salario de un empleado que no encaja. Sino de gastos indirectos que se extienden a lo largo del tiempo y afectan a diferentes áreas del negocio.
En este artículo, te demostramos cuánto puede costar realmente un error en la contratación. Y como no nos gusta ser negativos, te damos también una solución para evitarlo.
Los costes directos: salario y desvinculación
De acuerdo con un informe de Harvard Business Review, el coste medio de un empleado que no encaja en el puesto puede llegar hasta 1,5 veces su salario anual. Esto incluye el tiempo invertido en el proceso de contratación, formación, supervisión adicional y, en casos extremos, el coste de su salida.
Por ejemplo, si contratas a alguien con un salario de 30.000 euros anuales y resulta no ser la persona adecuada, podrías estar perdiendo hasta 45.000 euros en total. Y esto sin contar las posibles indemnizaciones si se trata de un despido.
Impacto en el equipo y la productividad
El mal encaje de un empleado también afecta al resto del equipo. Según datos de la Society for Human Resource Management, un mal proceso de selección puede reducir la moral del equipo y provocar una caída de hasta un 30% en la productividad general.
Un empleado inadecuado necesita más supervisión, puede cometer errores costosos y a menudo genera tensiones dentro del equipo. Esto no solo afecta la dinámica diaria, sino que también incrementa el riesgo de rotación entre los empleados clave, lo que supone un gasto adicional.
Costes ocultos: impacto en la reputación y los clientes
Un dato alarmante de un estudio realizado por CareerBuilder es que el 60% de los empleadores afirma haber visto dañada su reputación por un mal proceso de selección. Esto se traduce en clientes insatisfechos, retrasos en proyectos y, en el peor de los casos, la pérdida de contratos importantes.
Por ejemplo, si un empleado mal seleccionado interactúa directamente con los clientes y ofrece un mal servicio, podrías perder ingresos potenciales y sufrir daños a largo plazo en la imagen de tu marca.
El tiempo también es dinero
Un proceso de selección mal gestionado también consume recursos valiosos de la empresa. Según LinkedIn Talent Solutions, las empresas tardan un promedio de 36 días en cubrir una vacante.
Si al final del proceso el candidato no encaja y hay que comenzar de nuevo, se duplican los costes y el tiempo invertido. Durante este periodo, el puesto vacío representa una caída en la productividad y un aumento de la carga para otros empleados.
Cómo evitar estos costes
La clave para reducir los costos de un mal proceso de selección es apostar por herramientas y metodologías que prioricen la calidad sobre la cantidad.
En Talentoo, conectamos a las empresas con toda una red de seleccionadores especializados que se encargan de filtrar, entrevistar y validar perfiles en solo un par de días antes de que lleguen a tu mesa. Esto no solo optimiza el tiempo, sino que también aumenta la probabilidad de encontrar al candidato ideal a la primera. Porque no dependes solo de un consultor asignado.
Al confiar en expertos que conocen el mercado y entienden tus necesidades, eliminas gran parte del riesgo asociado a las contrataciones. Además, nuestras soluciones están diseñadas para ofrecer un proceso ágil, eficiente y centrado en resultados.