¿De dónde vienen las cestas de Navidad?

Las cestas de Navidad son uno de los regalos más icónicos de las empresas. Cada año, miles de empleados reciben este obsequio, pero ¿de dónde viene esta tradición y cómo ha cambiado a lo largo del tiempo? ¡Vamos a saciar tu curiosidad!

El origen: de la Antigua Roma a la empresa moderna

El origen de esta tradición se remonta a la Antigua Roma con la «sportula», una canasta de alimentos que los patrones entregaban a sus clientes o empleados. Esta práctica simbolizaba la generosidad y reforzaba la lealtad.

Con el tiempo, esta costumbre evolucionó y se instaló en España durante los siglos XIX y XX, cuando las empresas comenzaron a regalar cestas con productos navideños para mejorar la experiencia del empleado.

¿Qué llevaban las primeras cestas?

Las primeras cestas navideñas eran mucho más simples que las actuales. Incluían productos básicos para complementar la cena de Navidad, como:

  • Pan y dulces: con el tiempo, los polvorones y el turrón se volvieron imprescindibles.
  • Bebidas: vino y cava, símbolos de celebración.
  • Embutidos: jamón, lomo o chorizo, según la región.
  • Conservas y alimentos básicos: aceite de oliva, latas de sardinas y frutas en conserva.

Estas cestas se centraban en productos esenciales para la cena de Navidad, lo que las hacía funcionales y prácticas.

De lo funcional a lo «premium»

Con el tiempo, las cestas se transformaron en un regalo más lujoso. Los cambios más significativos ocurrieron así:

  • Años 70-80: se incluyeron langostinos, bombones y marcas de vino más reconocidas.
  • Años 90: se sumaron productos importados, como chocolates belgas o licores internacionales.
  • Actualidad: las cestas ahora son personalizables, con opciones como productos gourmet, ecológicos o «cestas digitales» que permiten a los empleados elegir su regalo.

Este cambio refleja la evolución de las expectativas de los empleados y la intención de las empresas de destacar en sus detalles. Es un ejemplo perfecto de buen employer branding

¿Por qué sigue vigente esta tradición?

A pesar de la digitalización y el teletrabajo, la cesta navideña se mantiene como una tradición importante por tres razones:

  1. Reconocimiento emocional: representa la gratitud de la empresa hacia sus empleados.
  2. Fortalecimiento de la cultura corporativa: crea una sensación de pertenencia y unidad.
  3. Motivación y retención de talento: este detalle puede influir en la satisfacción y fidelidad de los empleados.

Las empresas también han innovado, con cestas tecnológicas (gadgets y accesorios) o experiencias (vales para cenas, escapadas, etc.).

Más que un regalo: un gesto de gratitud

Lo que comenzó como una simple «sportula» romana se ha convertido en un gesto cargado de significado. Hoy en día, la cesta de Navidad simboliza el esfuerzo de todo un año y la conexión entre empresa y empleado. Más allá de los productos, este regalo se ha transformado en una forma de agradecer y reconocer el trabajo realizado.

Si tienes la cesta, pero te falta el talento, ¡no te preocupes! En Talentoo nos encargamos de encontrarlo para que tú te dediques solo a elegir los turrones.

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